Las trampas de luz son el medio más efectivo en el control de insectos voladores. Los más comunes que suelen presentarse en áreas urbanas son: mariposas, hormigas voladoras, mosquitos, abejas, avispas, chinches verdes, tucuras, mariposas, polillas, gorgojos, cascarudos, libélulas, chicharritas, y muchos otros.
Cualquiera de estos insectos que entre en una sala de hospital, en un lugar de preparación de alimentos, en un comedor o en un aula de una escuela, puede resultar contaminante y peligroso para las personas, no obstante el principal objetivo con que se emplean estas trampas es en el control de las moscas, a las que se considera los insectos con mayor nivel de riesgo.